"Todos buenos"

Sé que siempre escribo textos muy, muy largos, en general para expresar mi opinión, de forma demasiado apasionada, sobre algo. Pero siento que este, de entre todos, es crucial; a tal punto que casi les suplico que se tomen un momento para leerlo, sobre todo si son mujeres. Y que después, si lo que les planteo las convence, compartan la idea general con sus amigas, hijas, hermanas... porque esto es para cuidarnos y cuidar a otras. Es exponer lo invisible dentro de lo invisible.

Es un hecho que la gente tiende a idealizar e infantilizar a las personas con discapacidad visual. "Ah, es que ustedes son tan buenos", dicen; "admiro a la gente como ustedes", agregan; "tienen una sensibilidad especial", etcétera, etcétera. Más allá  del montón de críticas que pueden hacerse a este tipo de actitudes, hoy guía mis dedos algo que me preocupa un poco más, sobre todo por las consecuencias que pueda tener.
De acuerdo con esta visión infantilizante, una persona ciega no tiene novio, novia ni lo que sea, y tampoco siente cosas como excitación, deseo sexual, etcétera. Esto es falso. Por suerte, nosotros también sentimos lo mismo que "ustedes" en ese aspecto.
Pero, también de a cuerdo con esta visión, y he aquí lo que me preocupa, las personas ciegas y, en particular, los hombres ciegos son tan, tan buenos, que serían incapaces de ejercer violencia contra otras. Muchos se aprovechan de estos prejuicios. "Disculpá, yo no veo, para saber cómo sos tengo que tocar"... y con carita de buenos y sonrisa inocente, empiezan por la espalda, siguen por el culo y, con "suerte", terminan por los muslos. Y claro, ¿cómo decir que no? ¡Si todos somos distintos! "Pobre, es la forma que tiene de verme... También es muy común que, usando la excusa de la falta de visión, te pongan una mano en el hombro como para llamar tu atención, y de forma casual se deslicen hasta un seno... "y claro que fue sin querer, él no se dio cuenta"... Por ahí parezcan ejemplos muy forzados, pero esto sucede con una frecuencia aterradora.
Uno de los planteos más preocupantes que escuché, fue que muchas denuncias por violencia de género son rechazadas ¡porque es imposible que un cieguito sea violento!
No, no es nada imposible. Desde el momento en que la mujer comienza a sentirse sucia o incómoda, pasa a ser violencia, ya sea por un gesto, un comentario, una mano que tocó donde no debía, sobre todo si esto pasa más de una vez... Quizá la incomodidad no aparece en el momento; por ahí se manifiesta después, mediante una crisis de llanto o una necesidad de limpiarse... en fin, cualquiera de las reacciones del cuerpo ante una situación de violencia.
Los hombres ciegos  nos pegan a las mujeres. Nos humillan, Nos denigran, nos explotan sexualmente, se aprovechan de menores, manipulan, abusan de nosotras, nos obligan a hacer cosas que no queremos, nos cosifican, nos violan, nos manosean, nos "piropean", nos hacen sentir que estamos solas, que nadie nos va a creer... son muy conscientes de la visión que la gente tiene de ellos, que se suma a la visión que se tiene sobre la violencia de género en general.
Es importantísimo hablar sobre esto, hacerle saber a las mujeres que por supuesto que una persona ciega las puede agredir, que hay un montón de mujeres que pasamos por esto, que hay muchas compañeras dispuestas a apoyarlas y acompañarlas.
No se queden calladas, pero, sobre todo, recuerden que no están solas.
Quiero aclarar algo más: acá hablo de los hombres ciegos porque es de lo que más conozco, porque es lo que vivo. Pero hay muchos hombres con cualquier tipo de discapacidad que hacen lo mismo. Este texto no es tan amplio como me gustaría (debo de haberme olvidado de un montón de ejemplos y formas de violencia que les puedan ayudar a identificar estas situaciones) quizá porque es algo que me afecta de una forma directa y dolorosa, pero es algo de lo que se habla poco, y me parece urgente empezar a difundirlo y combatir contra eso.
Gracias por leer, las abrazo fuerte.